Mi foto
No puedo cambiar (prefiero desaparecer)
Palabras distribuídas sin ningún tipo de orden especial, o espacial, o sí.

25.1.14

Self-inflicted

Dos meses es un montón de tiempo para que cambie todo y no cambie nada. Cerré la puerta bien fuerte, tan fuerte que no sólo no te dejé entrar a vos, tampoco dejé entrar a nadie más. Y perdí la llave en alguna parte de mí que espero que no recuerdes. Me dejé olvidarla. Lo que tenga que venir está bien. No puedo correr eternamente de las cosas que pasan. No puedo correr eternamente de vos si te metés en el medio de mi camino cada vez que intento cambiar de carril. Te tengo que chocar y salir ilesa. Y eso es lo más difícil. Estadísticamente soy una persona normal que responde de igual forma a todo a lo que responden los demás. El pronóstico meteorológico de esta noche anuncia que no saben qué va a pasar. Yo digo que no me importa, porque siempre es más fácil si digo que no me importa. Estoy en este lugar reducido a nada que me dice que duermo todos los días con la misma ropa que usé para salir anoche y anoche, y anoche, y anoche. Y hoy me desperté con una llamada de emergencia de mi cerebro que me decía que ya no me puede repetir que lo que tenga que ser será. Me apago y las luces se encargan de repetirme que sí existo, que aunque sea otro punto entre las masas de gente moviéndose al unísino todavía me corre sangre por las venas. Y tengo ganas de decirle a mi corazón que deje de funcionar, tengo ganas de que saquen mi sangre de circulación. Pero no, no es eso, no me quiero morir. Sólo quiero saber que estoy haciendo las cosas bien. Sólo quiero que me digan que estoy conduciendo bien. Quiero decírmelo y creérmelo. Y capaz esta noche alguien me lo diga. Y vuelva a ser feliz (si es que alguna vez lo fui).