Mi foto
No puedo cambiar (prefiero desaparecer)
Palabras distribuídas sin ningún tipo de orden especial, o espacial, o sí.

14.8.16

Domingo

Me rindo.
Son otra vez las cuatro de la mañana.
Por algún extraño motivo, siempre que miro la hora son las cuatro de la mañana. Ya no reconozco si es mejor o peor cuando estoy sobria. Sólo sé que es siempre el mismo número. Otro día pasa, ya es la mitad de Agosto y me aterra la idea de que el tiempo se me escurra de las manos, pero es todo lo que sucede. Más gente aparece en el medio. Pareciera que hago todo lo posible por estar sola, pero siempre algo o alguien me encuentra.
Hoy tengo ganas de estar de negro, de no hablar con nadie. Hoy no tengo ganas.
Café y cigarrillos. Viví a café y cigarrillos por los pasados días. Sé que me voy a enfermar pronto si sigo así, se acerca. Es siempre lo mismo.
Capaz que no sé estar bien. Capaz que no sé querer estar bien. La única persona que me acepta en este embrollo está igual de loca que yo y me defendería aunque perdiera la cordura, sólo para darme aceptación. Me doy asco. Hace días que no consigo mirarme al espejo, no sé quién está ahí. No quiero escuchar más de las mismas cosas, me quiero callar, me quiero callar de mí misma. Quiero ir nadando hasta tu lado del mar, decirte que moviste algo en mí, no sé cómo ni por qué. Perdón, pero últimamente no estoy bien. Y sé que nunca lo digo, pero últimamente no estoy bien. Y no sé cómo estar bien, y no sé cómo pedir ayuda. Por eso escribo, porque lo único que sé que se hacer es esto. A veces alcanza, hoy parece que no.
Mejor me voy a la cama.

26.1.16

No conocí a mis viejos cuando todavía se querían.

Cosas que pienso cuando estoy lejos - desde Vienna con amor.

- Me quiero ir a la mierda, a cualquier lugar.
Es la decimoctava vez que tenemos esta conversación. El humo del pucho se cuela entre sus pestañas. Hoy no le llego a ver los ojos.
- Y andate.
Estoy cansada, la pantalla del teléfono marca que ya pasaron trece minutos desde las cuatro de la mañana. El ambiente indica que faltan por lo menos, cincuenta y un minutos para que pueda apoyar mi cuerpo en la cama. Todo es una cuestión numérica, como siempre. Y ahí a la cuenta de
uno,
dos,
tres.
Empezás de nuevo.
Vos decís que no es tan fácil. que tenés cosas que hacer acá. Que primero tenés que terminar la carrera, conseguir un mejor laburo, juntar la guita, tener el "qué bueno que hagas esto" de tus viejos, arreglar las cosas con tu ex, rescindir el contrato de alquiler, pensar qué hacés con tu perro, porque Simba sólo te responde a vos y la última vez que se lo dejaste a alguien se comió hasta las esquinas de la heladera, porque el perro, decís, no puede vivir sin vos.
Mientras hablás, agito las latitas de cerveza a ver si por casualidad, a alguna le queda algún fondo. Pero no hay tal suerte.
Y seguís,
que el gobierno de turno,
que los dólares,
que el país,
que las veredas,
que el transporte público,
que los hospitales,
que la universidad,
que el clima,
que TODO,
se viene abajo.
Que no hay posibilidades de crecer.
Que todos los días sentís que te despertás en
exactamente
el mismo día.
Que tenés pesadillas cuando dormís.
Que tomás ansiolíticos cuando no dormís.
Y de vez en cuando un poco de falopa para compensar.
Para poder salir de la cama para laburar.
Que la droga ya no es lo que era,
a Sudamérica llega demasiado cortada.
Que los políticos se quedan con lo mejor para ellos,
porque son unos hijos de puta,
y no les importa si te estás muriendo tomando porquerías.
Que en Ibiza te tomaste media pastilla y estuviste bailando toda la noche,
que esos fueron días de verdad,
los del verano en Europa.
Y de vuelta rematás contra el gobierno,
por su culpa,
viajás al laburo todos los días como ganado.
El boleto te parece desmedidamente caro,
así que cada vez que podés te mandás al subte sin pagar,
hacés tu aporte a los subversivos.
Porque la Cretina es una conchuda,
y Macri también,
y La-rata cae en la volteada.
Y no,
vos no vas a pagarle a esa gente para que mejore una mierda,
porque es obvio que sólo se van a chorear todo.
Que las cosas están cada vez más caras,
la carne aumentó un 237% esta semana.
Y vos comprás cada vez más dólares,
para asegurarte que tu guita valga algo
el día que finalmente dejes de llenarte la boca con boludeces y decidas irte a la goma.
Después de todo este tiempo vos y yo sabemos que ese día no va a llegar mientras sigas atrapado en tu propia jaula.
Y pienso en decirte que cuando hablás así enfermás al resto,
que no hay sentido en escaparse,
no arregla nada.
Que estoy cansada de escuchar comparaciones sinsentido entre Norteamérica y Sudamérica, entre Europa y América, entre Oriente y Occidente, como si algo fuera "mejor", o "peor", cuando simplemente son cosas diferentes.
Tengo ganas de gritarte que La Tierra Prometida no existe,
si no llegás a ser feliz con lo que sos y tenés, menos vas a serlo en la otra punta del planeta;
que lo único que tenés es hoy,
la mejor versión de vos misma es esta.
(otras todavía no fueron inventadas).
Irte a la mierda, sólo por irte a la mierda es como pintar un mural de colores alrededor de un pibe llorando. El contexto no necesariamente cambia los hechos.
Finalmente hacés una pausa, ya no te queda nada contra lo que arremeter. El silencio nos deja unos segundos para respirar. Es mi turno.
- Resolvete y viajá. - te dije al final. - Viajar siempre sirve. El mundo que conocés puede esperar. Una vez alguien me dijo eso, que todo lo que conocés siempre va a estar en el mismo lugar en el que lo dejaste. Y eso es algo que sólo vas a poder ver cuando vuelvas. Pero es una certeza, y es un buen punto a recordar cuando te parezca que no sabés ya de dónde venís ni a dónde estás parado. Siempre estás yendo a "casa". Algunos caminos son más largos que otros, pero todos van al mismo lugar, aunque a veces parezca que no.

17.8.15

Lunes

Callate. Callate.
Callate.
Callate, callate, callate.
Quiero que te calles.
Mi actividad neuronal asciende ahora a un 367%. Quería contarte que el problema no sos vos. Yo no puedo parar mi cabeza. Mientras pronunciás todas esas palabras que te quedan tan lindas yo pienso en,
la forma en que te movés,
los autos que pasan por atrás nuestro,
si va a llover más tarde,
o no,
en disgregaciones de lo que escucho de vos,
en el futuro inmediato,
en callarme,
en hablar,
en quedarme,
en irme,
en irnos,
no sé a dónde.
Me interrumpís con una pregunta y no sé con cuál de todas las respuestas que tengo en mente responderte. Quiero que se calle la voz, y ya. Quiero que te calles vos también.
Silencio. Necesito silencio.
Buenos Aires, no es que no te ame, es que nunca me das lo que necesito.
Nunca tuve lo que quise, sólo lo necesario.
De a partes me voy desarmando.
Y yo ya no soy,
y yo ya no estoy.
No sé cómo hacés para no darte cuenta.
Atrás de esta carne que tanto te gusta tocar, no hay nada.
Nada.
Nos morimos un par de años atrás.

(mientras escucho "the only moment we were alone")

3.5.15

Veinticinco

Siempre termino cayendo acá. Podía empezar un montón de oraciones que empezaran con "anoche era". Anoche fue, casi lunallenaescorpio -seguro no te dice nada-, el cumpleaños de mi vieja que murió -seguro tampoco te dice mucho-, una noche más, eso sí. Anoche fue. El pasado se murió hace rato con toda esa gente que exhala su humo alrededor de mí. Caigo sola a un lugar que está muy muy muy lejos de mi casa. Intento relajarme de todas las cosas que me andan preocupando -tanto-. Digo y repito: no te vas a adelantar a los hechos. Pero ves, es gracioso, siempre lo hago. Y siempre da cierto. Es como ver el futuro, pero todavía más fácil, porque tenés la cualidad de ser muy predecible, casi siempre. Me siento como un día de Mayo que fue hace unos dos años y elegí no recordar más, a excepción de cuando escribo al respecto. Escribí muchas veces al respecto, escribo más de ese día para hacerlo irreal que por cualquier otra cosa. Escribo esto, acá, ahora, para convencerme de que también es producto de mi imaginación notar como poco a poco voy sintiendo cada vez menos. Hoy no siento nada, es como estar muerta o algo. Ayer le dije a alguien: tengo miedo de no volver a sentir más, eso es lo que más me asusta: la idea de los sentimientos como nafta que se acaba, como si gastar emoción de más en algo te reste emoción del futuro. Aún después de todo, resulta casi absurdo que tenga ganas de seguir sintiendo. Me fui llorando en el 168, a las puteadas un poco también. Llamé por teléfono a dos personas diametralmente opuestas, a ver si tenían también opiniones opuestas para darme, pero no fue así. Llamé a una tercer persona que me dijera: vení a tal lugar, estoy acá y te espero con un abrazo. Me siento una nena chiquita, como siempre, como siempre que estás involucrado en algo. Las espaldas ajenas siguen sin parecerse a la tuya y quizás sea esa la única razón por la que me termino volviendo a casa, desde ese algún lugar tan lejano en el que estaba, para acostarme en mi cama a pensar un rato en que te envidio, porque nunca te pasan ninguna de todas estas cosas, y finalmente me quedo dormida, para despertar y entender que anoche, fue sólo otra noche.

24.3.15

24

Pienso en dormir con vos y la idea suena como un blablá ridículo en mi cabeza que me empuja -una y otra vez, mayormente cuando me siento sola- a ese hueco cómodo del que me esfuerzo tanto en salir, y al que me sin-esforzarme-tanto siempre termino por volver a entrar. Y es muy tonto. Me siento muy tonta, es que mentí también cuando dije que sabía estar sola. Es 24 de Marzo y se supone que este día significa algo que todos los que lo saben eligen recordar en silencio. A mí personalmente, me gusta más si hago como que no me acuerdo. Tengo resaca, no recuerdo la noche de anoche. Tengo moretones. Y esto es todo lo que pudo sacar de mi cabeza el dolor de cabeza.

11.11.14

"But sometimes your light attracts moths and your warmth attracts parasites. Protect your space and energy."