Mi foto
No puedo cambiar (prefiero desaparecer)
Palabras distribuídas sin ningún tipo de orden especial, o espacial, o sí.

18.8.13

La última vez que te ví se me caían los ojos de sólo pensar en lo que podría llegar a estar pasando.

Sway

Hace un par de días me acordé del calor del sol. Y de la luz de la luna. Sabés que hay algo en tus ojos que sirve de calefacción emocional? Cada vez que te miro me esfuerzo por no sentir que me abrazás. Pero lo siento. Y me asusta un poco. Lo desconocido y lo cercano son antagónicos. Es triste porque veo una realidad tan lejana y tan triste que te veo de nuevo, y no puedo volver a ver lo que veía. El día se ve más azul, celeste. Se ve en colores. Me cuesta recordar la antiguedad del panorama conocido, pero lo entiendo, un poco. Y te veo! Y me estas mirando. No te conozco. No sé ni quién sos, pero tus ojos me buscan entre las personas para decirme que todo está muy bien, que todo va a estar mejor, que todo estuvo peor. En lo azul de tu forma de mirar se notan escritas en tinta china unas letras que forman la palabra: BRILLÁ. Y te miro con mi sonrisa menos forzada, y me devolvés todo eso que. Hace tanto no sentía! Hace tanto no sentía algo. Que cuando te vas por fin me puedo acordar de qué era lo real: la memoria, el recuerdo. Camino un poco más en círculos y me doy cuenta de que, este es un mundo hermoso. Este es: un mundo hermoso. Y me rehúso a que mi cuerpo terrenal lo deje escurrise entre los dedos. Porque sé que esa nunca fue la idea.

6.8.13

La nada misma, el martes empieza

Cada vez nos acercamos más al final de los tiempos desconocidos. La irrealidad toma el lugar de lo cotidiano y me tiro de la silla para volver a sentir algo. Si pudiera volver atrás no sé si haría las cosas diferentes, pero sé que haría que no supieras de mí. Nunca. Nada. Cada decisión que tomo me aleja más físicamente de vos. Pero eso sigue sin cambiar nada. Las cosas que pasan nos congelan la capacidad de sentir. No siento más, no siento menos. Quiero volverte polvo, quiero esnifarte en la próxima noche de viernes y dormirme sintiéndote cuando empiece la madrugada. Estoy cansada de esta distancia que yo misma impuse para no acercarme de más a tus espinas. Pero también estoy atada de manos y pies a este suelo, las enredaderas de este jardín en el que alguna otra vez pude ver otras cosas aprietan, y exprimen. Me está chorreando sangre de los ojos. Te veo a través de las cataratas. Algo de mí me dice que nunca me voy a poder ir de acá. Y algo de vos me dice que esto está bien así.
La próxima vez que te vea, te voy a escupir todo el invierno en la cara.
Te quiero nublar la vista, para que no veas lo que veo.
Que es lo que vos ves.
Que en realidad me estoy cortando con las manos y haciendome muchos bollitos de papel, yo sola, y de a poco.
Basta.
Me voy a volver a dormir, que es lo que siempre hago.
Que es lo que en realidad hago cuando no quiero ver, que todo esto no está bien así.
(para mí).

2.8.13

//// muy loc*

Te veo formándote en el humo del anteúltimo cigarrillo de la caja de veinte. A través de una pantalla de aire viciado, sucio y tóxico se forman un montón de palabras que sí fueron dichas. Sé que no se puede respirar acá, pero prefiero encerrarme a enfrentar lo que puede pasar. Los oídos se me tapan. Te miro con los ojos cansados y rojos y sé que no te molestaría verme así, porque estas cosas para vos son las que sí pueden pasar. Me inyecto un poco de tu realidad y me alcanza el asma. Es otra madrugada sin respirar, y no necesariamente porque esté bajo agua. Hace rato que el oxígeno tomó otro sabor. Los pulmones se me caen a pedazos. NO PUEDO RESPIRAR. No quiero abrir la ventana porque puede ser que entres por ahí. Y si no quiero respirar? Capaz deje de sentir un montón de cosas. En realidad estoy hundiendo la cara en una bolsa de plástico imaginaria. Y es porque no puedo respirar. La mayoría de las veces la mejor forma de hacer algo es hacer lo contrario. Eso es lo que me enseñaron alguna vez. Me voy a dormir, porque esto ya dejó de tener sentido hasta para mí.