Y cuando son las dos, se siente como las nueve.

 

Este trago tiene tu nombre, y el que sigue, y el que sigue, y el que sigue también, y capaz el próximo cambie de nombre, pero no, no creo. Es bastante poco probable. Y bueno, eventualmente todos nos volvemos descartables, o siempre lo fuimos. Eventualmente nos descubrimos descartables. Eso. Soy descartable. Vos también lo sos, simplemente aún no me decidí a tirarte, a convertirte en basura, desechos de mi mente. No sé si estoy cambiando para bien, para mal, o simplemente cambiando. No sé si todo lo que hago me empeora o me mejora. Creo que tengo en claro que quiero que toda esta gente deje de hablarme y atormentarme y que es cierto que te preguntan cómo estás sólo para poder contarte acerca de cómo están ellos. Váyanse a la mierda. Cielos, qué ganas de despertarme en otra galaxia. Increíble la cantidad de sensaciones infinitas que quedan por conocer -que sigo conociendo-. Noté, además, que las personas tienen una tendencia excesiva a parecer diferentes y en el fondo, son todas tan igualitas, con pequeñas diferencias, claro, pero igualitas al fin. Stupid me to believe that I could trust in stupid you. Ay, la chica tóxica tiene sentimientos, qué emocionante, increíble, vibrante. Si no dejo de vivir en el mundo ideal de mi cabeza (que por cierto, me engaña mucho) voy a terminar internada en un neuropsiquiátrico de por vida, en serio.