Los hombres de nieve sostienen la cama mientras floto a la deriva, arriba del barco, o del colchón, o mientras vuelo. Arriba un montón de estrellas me gritan tu nombre en colores azul, verde y rosa. Constelaciones, galaxias. Todo está en uno, todo vive en nosotros. Hay cosas que nunca le voy a poder explicar a nadie, ni siquiera a mí misma. Algunas sensaciones se van y otras vuelven. Las luces azules no se van - ni te vas. Bi-e-nes-tar. Nada más.
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