Nothing ever changes.

De un modo u otro todos terminamos siendo víctima de nuestras propias locuras. No sé si existe la normalidad, no sé qué tan loca esté a los ojos de los demás, pero sé que los demás están muy locos desde donde yo estoy parada. Y sé que me tropecé, y me caí, y actué irracionalmente hasta resignarme con cosas que quizás podrían haber sido cambiadas, pero acá estoy a pesar de todo. Y si pudiera volver atrás y cambiar la forma en la que hice todo, hoy te puedo decir que quizás no lo haría. Supongo que eso es suficiente para mí, para por fin decidirme a ponerle un punto final a los sentimientos extraños que mi mente me obliga a sentir y todo eso.