Cada mañana ruego que el sonido del despertador sea una ilusión, parte del sueño. Tengo motivos de resta para querer poner los pies en la alfombra sucia de siempre. Y en la hora, y en los minutos contados y veloces de las horas tempranas, no sé por qué, pero hay algo tuyo que me dice que me despierte con una sonrisa, y que salga al mundo intentando tener un día bueno, o un día no tan malo. Gracias, porque sé que estás ahí.
(espero que este mes no sea tan complicado)
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