Mi foto
No puedo cambiar (prefiero desaparecer)
Palabras distribuídas sin ningún tipo de orden especial, o espacial, o sí.

19.6.13

El preferiado

Vivir por inercia. Respirar porque hay algo en vos adentro que todavía se rehúsa a morir. Parpadear. Sentir de vez en cuando un poco de frío cuando cambia el clima. Caminar por el lado de la calle en el que la gente va en el mismo sentido que uno. El miércoles significa no replantearse demasiadas cosas. No empezar con los existencialismos ni con toda esa basura que te haría de algún modo dejar de pertenecer a todo este sistema tan complejo, porque, a fin de cuentas, sabés que es más fácil así. Buscar un lugar cómodo en la cama y dejar pasar las horas, a ver si con el tiempo la despersonalización se va. Si volvés a tener ganas de comer o de interactuar con alguien más que tu cabeza. Pero no se va. Hoy le dije a la psicóloga que a veces sentía que yo no era yo, es decir, que mi cuerpo estaba viviendo otra vida diferente de la que pasaba en mi cabeza, o algo así. Se limitó a sonreírme simpáticamente (como siempre hace), y recordarme que todavía le debía cuatrocientos pesos. Al final de cuentas, a veces ni pagarle a alguien para que te diga que estás bien te hace sentir que estás un poco más encaminado en algo. Aunque capaz todo esto tiene que ver con que todavía le debo plata. Si lo pensás más de una vez, perdés el rumbo. O perdés el no rumbo, porque empezás a pensar hacia dónde estabas yendo antes de replantearte a dónde estabas yendo y no te podés contestar. Es el círculo de siempre. De algún modo la alarma se ocupa de ordenarte las ideas de nuevo. A veces no quiero esquivar lo que pasa. A veces me quiero chocar de cara con los problemas y decirles que sí puedo con ellos. Pero es obvio que siempre me termino arrepintiendo. O la mayoría de las veces. Como hoy. Lo único que puedo pensar es en que me encantaría tener 103mg de 2-CB en sangre. El escape del escape del escape del escape, pero que siempre pone la cabeza a funcionar bien de nuevo. En realidad no está todo tan mal. Sé que de acá a cinco horas me voy a decir 'pensá en un solo problema' y no se me va a poder ocurrir nada. Y las luces de colores, las luces! La música te sonríe de verdad y te lleva a un lugar tranquilo, seguro. Feliz. Feliz? Sí, puede ser que feliz. Que empiece el ciclo de nuevo, y dejemos de soñar con una mañana más clara, no es tan necesaria, digamos que, por ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario